Un día en casa, intentando hacer una patatas asada rellena, mi padre me sugirió que machara la patata y en lugar de rellenarla, la cubriera con ese relleno… Y voilá! Surgió este plato que cada vez que lo hago triunfa, porque nadie se espera que quede así de bien sabiendo la simpleza de sus ingredientes.

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En el documento os doy alguna idea de sabores que podéis ponerle al tartar, pero os animo a probar distintos sabores, texturas o mezclas, y me contéis en los comentarios de esta entrada con los resultados 😀

Podéis poner el tartar como entrante, haciéndolo pequeñito, de una comida familiar más elaborada o con más de un plato; o bien como plato único, si no tenéis muchas ganas de comer mucho o queréis hacer una cena ligerita ;)Espero que os guste hacer esta receta y también comerla, tanto como a mí y a mis comensales.