¿No os ha pasado nunca que os han regalado una bolsa llena de almendras recién cogidas del árbol y no sabéis qué hacer con tantas antes de que se estropeen? La última vez que me pasó a mí, después de haber probado a hacer un Brownie con almendras molidas (de la que venden en el Mercadona) y aprovechar las sobrantes para hacer una Bechamel para unos Canelones, decidí hacer mi propia HARINA DE ALMENDRAS de forma casera y así poder repetir dichas elaboraciones, porque nos gustó el sabor que le dio la almendra.

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Esta elaboración es súper sencilla, barata y muy útil para hacer postres (como he hecho yo siempre, por ejemplo, la tarta de brevas y almendras o la tarta de manzanas y almendras) o cualquier otro plato que queramos que esté libre de gluten, para aquellas personas que, por su intolerancia, no lo puedan tomar.