Al igual que hice con las salsas la semana pasada, ésta os traigo una entrada con los distintos tipos de masa que utilizo en mis platos, hechos todos de forma casera (aunque también tenéis la opción de comprarlas en el supermercado, porque por suerte ya las hay en casi todas las grandes superficies).

Según la Wikipedia:

La masa es lo que resulta de mezclar harina con un líquido (agua o leche) y a veces con grasa (aceite cometible, mantequilla o manteca). Es la base de la elaboración del pan, del bizcocho, de la tortilla americana, de las empanadas, de las galletas, de la bollería y de muchas tartas. Puede ser horneada, frita o cocida (en un comal o plancha, al vapor o en agua). Lleva levadura o no; la masa para panes ácimos y tortillas, y la masa para pasta y dumplings, por ejemplo, no la llevan. La harina más utilizada es la de trigo, seguida por la de maíz, avena, arroz, frijol y soya, incluso de papa, entre otras. Su uso está ampliamente difundido en todo el mundo, donde constituyó la base de la alimentación durante milenios.

De la masa de croquetas ya hice una entrada hace tiempo, ésta surge de la mezcla de la carne picada del puchero (después de haber hecho el caldo, claro) y de una salsa bechamel. Cuando reposa en el frigorífico un tiempo, para manejarla mejor, podemos elaborar platos con ella, como son por ejemplo las propias croquetas o bien unas croqueburguer que quitan el sentido (como se dice en mi tierra). Aunque si le echáis imaginación, seguro que le dais la forma que queráis y os queda genial.

La masa de pizza es muy fácil de elaborar si se tienen los ingredientes necesarios y además están en buen estado. Con esto me refiero a que tenéis que mirar bien la caducidad de la levadura, que es algo que solemos tener en las despensas pero que no solemos darle mucho uso. ¡Cuidado ahí! Porque una levadura caducada no hace que suba la masa y queda mazacote.

La masa quebrada sirve para elaborar muchos platos, tanto dulces como salados, por eso en la receta que comparto con vosotros tenéis los ingredientes para hacerla de ambas formas. En mi caso, la suelo utilizar para hacer quiches, aunque también podéis usarlas para hacer empanadas, empanadillas, saladitos, roller pizzas o lo que queráis.