Desde niña mi madre nos ha preparado san jacobos en casa de vez en cuando porque nos encantaban, pero nunca supimos de dónde venía y el por qué de esa elaboración y no otra para denominar a un plato con nombre de santo.

Para salir de dudas, he buscado su significado y aquí os lo dejaré a continuación. Como podréis comprobar, a pesar de ser una receta de origen suizo, su denominación hace referencia a un lugar de España.


Según la Wikipedia:

El san jacobo es un plato tradicional consistente en una loncha de jamón, pudiendo ser jamón york (el más habitual) o jamón serrano, alrededor de una loncha de queso, en su origen gruyère, y rebozada con pan rallado y huevo, que se fríe luego en aceite. Es la variante del «cordon bleu» (cordón azul en francés), plato de origen suizo que se extendió hacia el sur, consistente en un escalope de ternera empanado, enrollado alrededor de una loncha de jamón y una de queso.

Su nombre hace referencia a Santiago-Jacobo-Yago, patrono de la ciudad de Basilea, y a la peregrinación por parte de cristianos hasta su supuesta tumba en Santiago de Compostela (Galicia), el famoso Camino de Santiago. Se trataba de un tipo de plato a base de filete de ternera sólo apto para el consumo por parte de cristianos, al contener jamón, estaba prohibido para los judíos en el Levítico y también para los musulmanes en el Corán, y queso. El Levítico también indica que no se cocinará el ternero en la leche que le amamantó, por lo que los más estrictos seguidores del judaísmo ni siquiera pueden tomar carne y leche (o derivados como el queso) en la misma comida.


Al llevar queso, los intolerantes a la lactosa no podemos tomarlos, por eso mismo hacía un montón de tiempo que no los comía. Hasta que un día, en el supermercado con mi chico, me dijo «¿por qué no hacemos un día san jacobos sin lactosa en casa?». Me gustó tanto la idea que, ya que estábamos comprando, cogimos los ingredientes básicos y unos días después los hicimos. Nos quedó bastante bien para ser la primera vez que los hacíamos caseros, por eso os animo a que vosotros también los hagáis. Es una receta muy fácil de hacer y barata, por si no os queréis gastar mucho en los ingredientes.

Pincha en la imagen para acceder a la receta en PDF

Espero que os animéis a preparar este plato en casa y reviváis aquellos momentos de la infancia con vuestros padres y hermanos alrededor de una mesa todos juntos.